El 2016 fue un año lleno de emociones, sobresaltos y sorpresas en todo el mundo. Tal es así que el “Diccionario Oxford” eligió al concepto “posverdad” como la palabra del 2016. Provienen de la palabra “post-truth”, y se ha puesto en boga gracias a una serie de hechos en los que se utiliza, como concepto y como método.
Significa que es una mentira
Nada de sutilezas. Si es una posverdad, es una mentira, así de sencillo. Lo que te dicen no es la realidad, sino eso que quieren hacerte creer que es, y lo que le conviene a quien te lo está diciendo. El “miente, miente, que algo quedará” aplicado, no a la época del nazismo, sino a la actualidad, sigue siendo efectivo.
Significa que utiliza la emoción
¿Cómo puedes creer que algo falso es verdad, incluso teniendo pruebas que es falso? Apelando a la emoción, a los sentimientos, a la presión de grupo, si se quiere. A lo que te hace sentir. ¿Que mataron a un par de niños? ¡Estaban robando manzanas del árbol de una pobre abuela, y eran niños de una etnia que te desagrada! ¿Por qué eres tan mala gente, por qué quieres que la abuela se quede sin las manzanas que tanto trabajo le costó cultivar?
Significa que los hechos son secundarios
Ya lo definió el mismo diccionario Oxford: “Relativo o referido a circunstancias en las que los hechos objetivos son menos influyentes en la opinión pública que las emociones y las creencias personales”. Bueno, sí, pasó X, pero eso no quiere decir que yo tenga que creérmelo. Prefiero decir que pasó Y, que me gusta más, y a la gente con la que hablo no le cuesta trabajo aceptar.
Significa propaganda y manipulación populista
Es la base de las promesas maravillosas pero incumplibles, falsedades, llamado al sentimiento patriótico para “echar de aquí a los inmigrantes que nos roban el trabajo, y a las inmigrantes que se embarazan a propósito”, o similares. Es muy conocido en él ambiente político, en donde el voto democrático puede llevar a un payaso a la presidencia (muy probablemente pienses en el que está ahora en el sillón presidencial de tu país).
Significa una banalización de la mentira
En nuestra infancia, se nos decía que no estaba bien mentir, con la frase “eso no es verdad” en vez del ofensivo y acusador “eso es mentira”. La posverdad es cuando juegan con tus sentimientos, te mienten a la cara, y esperan que les respondas con una sonrisa, o si no eres mala gente y tú eres quien está mal y deberías disculparte y…
Significa que los hechos no son relevantes
Quizás haya pasado H, pero eso te hace sentir mal, así que crees que pasó T, que te hace sentir mejor y concuerda con tu filosofía. La objetividad, o el comprobar en persona lo que se cree, no es importante, lo que es importante es la creencia en sí misma y lo bien que me hace sentir, o lo útil que es a mis propios fines.
Significa que tiene aparatos mediáticos detrás
La diferencia entre la mentira y la posverdad es que la posverdad tiene mejores publicistas. Es la mona vestida de seda, que te dice que mires lo bonito de sus sedas y que es maleducado el hacer notar que es mona. No se puede enfrentar lo que no se conoce, y mientras la desorientación reine, los malos de la película podrán seguir haciendo de las suyas, retorciéndose el bigote mientras te ven echarle pestes a alguien que no tiene relación con ellos.
Significa “mi opinión vale más que los hechos”
Ya no es sólo el abuelo, que rezonga que la juventud está perdida y que en su época de mozuelo todo era maravilloso y genial (y te mira mal si le recuerdas que no, que no era así). Este sentimiento se extendió a nivel mundial en la clase media, después de la crisis del 2008. Ya no se confía tanto como antes en el sistema que nos gobierna, nos informa, nos educa… Y mejor creo lo que yo creo que es verdad.
Significa “si atacas mi opinión, me atacas a mi”
Si has comentado algo alguna vez, habrás visto la reacción. X dice que A es malo, tú comentas que te parece que A tiene algunas cosas buenas, y entonces X te acusa de atacarle personalmente, eres mala persona y deberías matarte. Luego, vienen en grupo, cual pirañas, y te atacan hasta que te callas o admites que X tenía la razón. No esgrimen pruebas, sólo opiniones personales.