En qué consiste la polimastia

Hubo una época en el que los asuntos de salud de las mujeres, en especial los relacionados a la ginecología y el parto, eran dominio exclusivo de profesionales femeninas. La humanidad ha evolucionado algo desde esos tiempos, pero así y todo, hay ocasiones en donde ciertos aspectos de la salud de la mujer no reciben la atención que merecen, como la polimastia.

Consiste en tener “mamas de más”

Una mama es un pecho, singular, presente en mamíferos, que en este caso excede la cantidad clásica. En caso de una mujer, tendría tres o más pechos, y en el caso de una gata, nueve o más. Cada una de esas “mamas extra” reciben el nombre de “mama supernumeraria”, y es más común en animales que en humanos.

No es exclusivo de las hembras

Por raro que pueda sonar, esto no sólo les sucede a las féminas de la respectiva especie. Los varones también tienen tetillas, y no escapan al cáncer de mama (aunque no sea tan frecuente en ellos como lo es en ellas). Esto se debe a ciertos procesos durante la gestación e, incluso, la lactancia.

Consiste en una enfermedad benigna

Esto se refiere a que, si bien se tratará de algo feo en lo estético y sensible en lo táctil, no posee ningún otro peligro de por sí. No se trata de un cáncer, ni representa riesgos para la salud, dejando de lado los posibles efectos psicológicos que conlleva el traer algo “extra” en el cuerpo. La cirugía para extraerlas es sencilla y no tiene riesgos asociados.

Puede aparecer durante el embarazo

En algunos casos, las mujeres embarazadas, además de sufrir los cambios esperables (como el crecimiento de los pechos), suelen desarrollar una tercera mama. Eso, además de causar modificaciones estéticas no deseadas, genera otro punto sensible en el cuerpo, que puede llegar a ser doloroso. Esto se debe a que el tejido mamario se desarrolla en todo el cuerpo, no sólo en el busto, sino esté donde esté.

Consiste en un “despiste genético”

La especie humana es el resultado de miles de millones de años de evolución. Esto, entre otras cosas, resultó en algunos “extras” en el cuerpo, que pueden darnos ventajas (mayor resistencia a X elemento) o desventajas (como el apéndice). Cuando se desarrolla el embrión, el feto humano tiene más de dos mamas, pero luego involucionan, desapareciendo. En caso contrario, se dan los casos de polimastia.

Suelen tener una localización general

La mayoría de las veces, las mamas supernumerarias se localizan en un área delimitada en el cuerpo (humano, en este caso). Si se traza una línea imaginaria a los costados del torso, desde el vértice de la axila hacia los genitales (hasta la cara lateral del labio mayor de la vulva o la base del escroto en el varón del mismo lado), se tiene la zona donde es más común que aparezcan.

Consiste en algo que no puede predecirse

Si bien hay algunas tendencias observadas en grupos familiares, no hay forma de diagnosticar si una persona desarrollará polimastia durante su vida. De hecho, puede que no se note el tejido mamario extra: su aparición explota durante el embarazo, por eso es mucho más frecuente en mujeres que en hombres.

Pueden lactar

Raro como suene, estas “mamas accesorias” pueden contener, entre otras cosas, leche materna. Es más frecuente de lo que se puede llegar a creer, y la leche por allí obtenida no posee diferencias con la que puede extraerse de los pechos clásicos. Esto se da en la polimastia ubicada en las axilas, más que nada.

Son áreas sensibles

Los pechos femeninos suelen ser zonas con muchas terminaciones nerviosas, lo que significa que son muy sensibles. Esto es verdad no sólo en los dos pechos clásicos, sino en toda mama “extra” que se pueda tener. Al rozarse con la ropa se puede llegar a irritar y causar dolor, por lo que algunas personas usan ropa más suelta para evitarlo.

Es distinto a tener más pezones de lo clásico

Así y todo, el tener más mamas no significa que tengas más pezones. Cuando se da el caso de poseer más de los pezones o tetillas correspondientes a la especie, se trata de politelia o hipertelia. Estos pezones “extra” no tienen por qué tener el mismo tamaño de los “oficiales”, pero si son grandes se recomienda extirparlos.