Para quienes disfrutamos de un buen libro, ver una biblioteca es ver portales a otros universos. Cada tapa es la entrada a un sitio que puede hacer que nos perdamos en otro tiempo, en otro lugar, conversando con quien escribió esas líneas. Pero algo tan maravilloso no puede existir sin algo que nos recuerde que vivimos en la realidad, y uno de esos son los piojos de los libros.
¿Qué son?
Pese a su nombre, no so piojos de verdad. También se los llama psócidos, y se alimentan del moho y de los hongos. Es común verlos, por ejemplo, tras el empapelado de las paredes, en marcos de las ventanas de madera, en alimentos o en las cercanías de las macetas con plantas.
¿Son peligrosos para las personas?
No. Hasta el día de la fecha no hay evidencia que transmitan enfermedad alguna, o que piquen o muerdan. Tampoco dañan los alimentos o las telas, aunque no se recomienda consumir o cocinar algo que has encontrado llenos de estos insectos, ya que indican exceso de humedad y presencia de hongos o moho. Lo que significa que dicho alimento podría no ser apto para el consumo desde antes de los piojos de los libros.
¿Cómo eliminarlos?
Por más que estos insectos sólo intenten vivir su corta existencia, pueden ser perjudiciales para las personas. Por eso, ya que no se puede negociar con ellos de forma civilizada, hay que proceder a eliminarlos para que no vuelvan más. Y hay varias opciones disponibles:
Deshazte de la humedad
La forma más efectiva de deshacerse de los piojos de los libros es sacando de la ecuación el ambiente húmedo que les es propicio. Evita guardar tus libros en sitios oscuros, fríos y donde no corre el aire. La humedad y las temperaturas extremas estimulan el crecimiento de moho y hongos, lo que atrae a estos insectos.
Limpia la biblioteca cada tanto
Otra aliada de los piojos de los libros es la suciedad. Es mucho más fácil que un lugar sucio atraiga humedad, propiciando los hábitat buscados por ellos. Pasa el plumero por sobre tus libros, utiliza una franela atrapapolvo para limpiar las estanterías, cámbialos de lugar cada tanto en la repisa, y si tienes mascota que ande suelta por la casa, mantén tus libros lejos de su alcance.
Haz tomar sol a tus libros
El sol podrá no matar todos los bichos, pero sí a los que nos competen. Deja tus libros, abiertos y con las hojas al aire, en un sitio donde haya al menos seis horas de sol, como el suelo de una terraza cerrada y déjalos allí por unos dos días. Ten cuidado: el sol puede decolorar los libros o arruinar su estructura, así que no te pases.
Aleja tus plantas de la biblioteca
No es que tengan una guerra secreta de la que tú no sabes nada, sino que la humedad de las plantas pueden propiciar un ambiente apto para atraer a estos insectos. Además, un espacio demasiado húmedo puede dañar físicamente los libros, sin contar con la suciedad de la tierra y los residuos vegetales que pueden caer sobre o cerca de ellos.
Utiliza un deshumidificador
Si en tu zona hay demasiada humedad, el utilizar uno de estos aparatos puede ser una opción. Hay muchas opciones en el mercado entre las cuales elegir. Ten en cuenta que un ambiente demasiado seco puede no atraer a los insectos, pero cabe la posibilidad que dañe tus libros por exceso de sequedad.
Cambia a estanterías de metal
La madera es más proclive a ser hogar de insectos que otros materiales menos hospitalarios, como el vidrio o el metal. Por eso, si quieres ir un paso más allá para asegurarte que tu biblioteca no serán pasto de piojos devoradores de libros, considera cambiarla por otra en donde no haya materiales orgánicos en su construcción.
Si todo lo demás falla, fumiga
Si así y todo esos seres del mal se empeñan en destruir tus amados libros, es hora de recurrir a la artillería pesada. Llama a la compañía de exterminio de plagas a la que le tengas más confianza y explícales tu problema. Son profesionales y sabrán qué hacer dada tu situación actual, salvando tu biblioteca y dándote consejos sobre cómo evitar que esos malditos insectos regresen.