No vivimos una época de cambios, vivimos un cambio de época. Si bien de momentos puede aterrorizarnos, lo que es seguro es que no nos aburriremos en los tiempos que vendrán. Y, si sobrevivimos, puede que le contemos a las siguientes generaciones sobre esta época tan peculiar. Cuando les contemos sobre cómo era todo antes puede que, sin nombrarlo, les hablemos, entre otras cosas, de la gentrificación.
Consiste en una serie de cambios en un sitio específico
Cuando se habla de este proceso, no se refiere a una sola casa, sino a barrios o sectores enteros de una ciudad. Los cambios que se suceden afectan a toda la zona, y por regla general llevan varios años antes de poder completarse, o dar frutos.
Sucede cuando una clase más rica “descubre” una zona “´plebeya”
Si lees las secciones de turismo de algunos diarios, notarás que, a veces, hay barrios que se “renuevan” y atraen negocios y personas de mayor poder adquisitivo que los pobladores originarios. Eso sucede cuando los “burgueses” deciden que dicho barrio tiene potencial, y comienzan a invertir en él, a veces mudándose.
Consiste en transformaciones materiales e inmateriales
Además de las transformaciones edilicias (arreglo y mejora de edificios, calles, iluminación, etc.), ocurren otras de índole cultural, económico y social, de mano de agentes públicos y privados. Esto hace que el valor del metro cuadrado y, por consiguiente, de las propiedades, suba.
Se trata de un desplazamiento de la población antigua
No todo es miel y rosas, claro. La población anterior puede ver que sus alquileres y expensas aumentan, al punto que ya no pueden vivir en el barrio en el que han morado durante años. Esto puede forzarlos a mudarse, lo que facilita que gente de mayor poder adquisitivo ocupe las plazas que quedan libres.
Existe la resistencia a la gentrificación
La población original no siempre está contenta con estos cambios. Suben sus alquileres, los vecinos de toda la vida se tienen que mudar, en vez del almacén atendido hace tres generaciones ahora hay una tienda con productos mucho más caros y extraños. ¿Por qué permitir que les arrebaten su barrio, su casa y su cultura barrial de un plumazo?
Puede incluir prácticas no del todo éticas
Si lees algunos diarios internacionales con curiosidades, puede que hayas visto algunas casas, en especial chinas, en pésimo estado, rodeadas de barrios nuevos, o en un sitio demasiado extraño. Se trata de personas que no vendieron su propiedad cuando la “ola renovadora” llegó a su barrio. Esto puede hacer que las ofertas más o menos civilizadas se vuelvan agresivas, a veces rozando la criminalidad o aterrizando en prácticas dignas de películas mafiosas, para que vendan su casa y se vayan.
Puede ser sinónimo de “elitización residencial” o “aburguesamiento”
Dado el movimiento de pobladores, el nivel de la zona sube, al menos a ojos de quienes tienen más dinero que el común de la gente, pero no están en la cima de la pirámide económica. Se trata de la clase burguesa, de ahí la palabra “aburguesamiento”, grupos sociales que se consideran de la elite, aunque no sena lo más ricos del país.
No es un proceso rápido
La construcción o remodelación de edificios y otros elementos del lugar puede llevar su tiempo, a veces de varios años, antes de dar sus frutos. Por eso, el proceso de gentrificación no es algo que se suceda de un día para otro, ya que exige planeamiento y acuerdos entre varias partes (inmobiliarias, municipalidad, privados, etc.)
Se busca la ganancia
¿Por qué “renovar” un barrio viejo, que hasta ese momento no era atractivo? Por la posible ganancia que se puede obtener de ello. Quizás tiene un casco histórico interesante para un nuevo nicho de mercado, aún no explorado ni aprovechado. O se avecinan cambios culturales o económicos que harán que esa zona sea muy deseable. Puede que se desee especular, y el sitio es el elegido para ello, etc.
El término se originó del inglés “gentry”
Este sustantivo significa “alta burguesía”, “pequeña aristocracia” o “gente bien”. Son clases sociales por encima de la clase media, que no entran dentro de la población más rica pero está en el medio. Se puede encontrar en francés (gentrification), alemán (gentrifizierung) y portugués (gentrificação).