La globalización ha hecho que ciertas tendencias se hagan más evidentes, mientras que otras desaparecen en silencio tras bambalinas, y puede que ni siquiera atines a darte cuenta. Lo que antes tomaba siglos de invasión, ahora simplemente puede lograrse con un programa de televisión exitoso, como por ejemplo, la utilización de palabras en otro idioma, o “mezclando” lenguajes.
Significa “ya lo tengo”
Estamos ante un problema que nos ha tenido pensando por mucho (días, horas, etc.). Le hemos dado la vuelta, analizado, probado ideas, y al final damos con la solución. Hay quienes dirán “eureka”, pero “equilicuá” es otra de las palabras que podrían utilizar en esta situación. Al fin, luego de buscar, lo has encontrado.
Significa “esto no me lo esperaba, pero funciona”
Quizás no era algo que pensabas que iba a funcionar, pero funcionó, o algo que ni siquiera ibas a probar pero, presa de ese momento de “ya me vale (…)”, lo intentaste. Y resolvió el problema. Aquí no sólo se celebra el haberlo solucionado, sino que se expresa sorpresa ante la inesperada acción que logró hacerlo.
Significa “helo aquí” o “aquí está”
La expresión original es “eccolo qua”, que puede traducirse tanto como “helo aquí” o “aquí está”. Pero, como muchas lenguas europeas de raíz latina, proviene de ecce (he aquí) y del relativo qui, quae, quod, o “eccum hac” (“he aquí”). No sería de extrañar que hubiese expresiones similares en otras lenguas de este continente.
Es similar al griego “eureka”
El famoso “eureka” de Arquímides es la forma más conocida de decir “lo he hallado”, o similares. Cuenta la leyenda que lanzó esta exclamación al descubrir que, cuando sumerges un cuerpo en agua, el volumen de dicho líquido que se desplaza o asciende es igual al volumen del cuerpo sumergido.
Se usa para reafirmar lo dicho
Otro de sus usos en el español se da cuando se quiere poner más énfasis, o remarcar, lo que se dijo. Es similar en uso y significado, no así en origen, a “en efecto”, “por cierto”, “sin duda”, etc. Ya sea en su forma de “eccolo qua” o como una sola palabra, claro, esté en la adaptación en que esté (como la que nos compete).
Hay muchas formas de decirlo, y escribirlo
Cuando se adapta una frase o palabra de un idioma al otro, siempre habrá variaciones, dependiendo de la cultura donde se la utilice. Por ejemplo, “equilicuá” puede decirse así, o como “e-gui-li-guá”, “ecolecua”, y otros parecidos. También depende del acento y el voceo de la región.
Es de origen europeo
Europa era un continente lleno de reinos que guerreaban entre ellos, por lo que sus fronteras cambiaban bastante. También comparten ciertas expresiones o culturas, debido a que sus países son bastante pequeños. Por eso, no era, ni es, raro oír en calles españolas esta expresión, o en otros países del mismo continente.
Se utiliza, más que nada, en España
Si vives en Latinoamérica, puede que te sorprenda leer que un español se fue a pasear por Francia por unas horas, en especial si moras en el centro de tu país. Europa tiene países pequeños, en especial en comparación con Argentina y Brasil, por lo que no es raro que compartan expresiones, además de fronteras. “Equalicuá” es una de origen italiano, pero que alcanzó su pico de popularidad en España, en el siglo pasado.
En Latinoamérica, se puede escuchar en Argentina
Gran parte de la cultura de este país se debe a las corrientes inmigratorias europeas, que vinieron en varias oleadas. Las dos más numerosas fueron la italiana y la española. De hecho, el idioma más hablado en Argentina, después del español, es el italiano. Por eso, no es de extrañar que, de tanto en tanto, se pueda oír alguna expresión europea en el país, como “equalicuá”.
Se popularizó gracias a un cómico italiano
La coletilla “eccole quá” era usada por un cómico satírico italiano, Totó (Antonio de Curtis) quien, además de su carrera en la comedia, participó en casi cien películas, fue guionista, letrista y poeta. Este personaje tuvo un período de gran popularidad durante los años 1947 y 1952, en donde este actor de teatro de variedades llegó al gran público europeo. Gracias a él, la famosa expresión se utilizó fuera de Italia, y el resto es historia.