¿En qué consiste el efecto Pigmalión?

El efecto Pigmalión es un fenómeno que consiste en que las expectativas que tienes sobre una persona afectan su comportamiento y los resultados que logra. El nombre proviene de un personaje de la obra de Ovidio, «La metamorfosis», en la que un escultor llamado Pigmalión esculpe una estatua de una mujer tan hermosa que se enamora de ella y la diosa Afrodita la dota de vida.

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Pigmalión y Galatea

Fue demostrado con alumnos y docentes
Este efecto se aplica en tres ámbitos: educativo, laboral y social. Un estudio realizado por Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en los años sesenta demostró que cuando se les dice a los docentes que algunos de sus alumnos son más inteligentes que otros, aunque sea al azar, esos alumnos mejoran su rendimiento notablemente simplemente porque el profesor los trata como si fueran más inteligentes.

Es una profecía autocumplida
El efecto Pigmalión también se conoce como «profecía autocumplida», ya que esperar que algo pase hace que se encamine a que ese algo pase. Puede ser utilizado de forma positiva para convencer a una persona de que es mejor de lo que es, y de esta manera lograr que sea mejor. Por otro lado, también se puede usar de forma negativa haciendo que un grupo promedio tenga menor rendimiento al hacerles creer que su rendimiento es malo.

Se puede usar en la vida cuotidiana
En la vida cotidiana, el efecto Pigmalión puede ser utilizado para ganar confianza. Actuar como si se tuviera confianza puede llevar a que el entorno comience a comportarse como si se tuviera mucha confianza en uno mismo, lo que alimentaría la idea de que se es una persona con confianza, tanto en otras personas como en el fuero interno.

Ejemplos del efecto pigmalion

  • Un profesor que tiene altas expectativas sobre el rendimiento académico de un estudiante, puede motivar al estudiante para que trabaje duro y tenga éxito académico.
  • Un padre que cree que su hijo es inteligente y capaz, puede motivar a su hijo para que tenga éxito académico y en su vida.
  • Un entrenador de baloncesto que tiene altas expectativas sobre el rendimiento de su equipo, puede motivar a los jugadores para que den lo mejor de sí mismos y logren grandes objetivos tanto a nivel personal como de equipo.