Qué es realmente un husbando

Y llegó el día. Ese día en que el léxico de la cultura “otaku” ha llegado a boca del común de la gente, por ejemplo tú. Quizás no eres parte de esa cultura pero quieres saber más, porque siempre se aprende algo nuevo. Quizás para poder saber antes de hablar, lo que es mucho mejor que opinar en la ignorancia. Y has venido al sitio adecuado. Empecemos por “husbando”.

Es un mal en japonés de “husband”/”marido”

El idioma japonés no posee alfabeto, sino silabario (y no sólo uno). Así y todo, cuando tiene que “escribir” una palabra de otro idioma, utiliza su silabario, que tiene sus limitaciones. Por ejemplo, en japonés no existe ni la letra “l” ni la “ñ”, y la única consonante que está “sola” es la “n”. Así y todo, “husbando” no es una transcripción japonesa, ya que la “s” nunca está “sola” en ese idioma.

Es la versión masculina de “waifu”

Siendo que “husbando” hace referencia a un hombre, se tiene el término “waifu” que equivale al inglés “wife” (esposa). Este fue el primer término en ser acuñado, ya que el Anime (animación japonesa) y el Manga (historieta japonesa) no se limita a un solo género ni a una sola audiencia, incluyendo el protagonista insulso que se ve rodeado de bellas damas que lo desean, por ejemplo.

Es un personaje de ficción

Si alguien se refiere a X como “husbando”, hau un 100% de posibilidades que X no existe en esta realidad. Sea de un Anime o Manga, un videojuego, una película, una novela… este término también conlleva el desear que dicho personaje exista en la realidad, o que tu vayas a la suya,y soñar conque sería el marido o novio ideal.

Es un personaje deseado

Sea que tenga una bonita apariencia, o una personalidad interesante, el husbando está asociado al deseo, más que nada femenino, de tener al lado un muchacho ideal. Es la versión moderna del “príncipe azul”, y viene en distintas versiones: chico malo, el chico de la casa de al lado, el pervertido de buen corazón, el príncipe encantador, el misterioso y bello, el ave de alas rotas, etc.

Es un amor imposible

Es la clase de cosas que se define como “metas”, pero que se sabe que nunca se podrán alcanzar (al menos, no sin un desorden mental grave). Cuando la decepción te llena el cuerpo y sientes que nada vale la pena, a veces miras al “husbando” y te dices que él no te haría estas cosas, o que al menos deberías intentarlo una vez más o él se sentirá decepcionado y no quieres que se ponga triste, por ejemplo.

Es una fantasía cambiante

El husbando suele pertenecer a un medio popular, y eso cambia de forma constante. Y también cambian los gustos de una persona. Quizás antes te gustaba ese “chico malo”, pero ahora ves a ese muchachito tierno que quieres abrazar, dejando de lado la mala actitud y los constantes problemas que tiene el otro. Toda persona existe en evolución constante, a distintas velocidades.

A veces, te puedes casar con tu “husbando”

Y no, no es un chiste. Ha habido casos en donde gente se ha casado con edificios (Babylonia Aivaz), con muñecas (de las infantiles, o las sexuales hiper realistas), diversas personas con animales… Y un hombre se casó con su waifu, protagonista de un videojuego de citas. El casarte con tu “husbando” puede ser una realidad.

Puede que satisfaga algo que necesitas, pero no encuentras

Las personas no son iguales, ni estáticas. Esto no significa que se deban quitar derechos porque no te gusta su color de piel, por ejemplo, sino que lo que tú necesitas, ahora, puede no ser lo que yo necesito. O lo que necesitarás en cinco años. Sea que tus expectativas sean muy altas, o que lo que necesites no es algo a tu alcance, el “husbando” puede paliar ese vacío, aunque sea de forma temporal.

Hay un mercado para eso

Siendo que las relaciones humanas son complicadas, hay gente que prefiere ni esforzarse, por diversos motivos. Para eso, hay juegos virtuales en donde convives con tu “waifu” o “husbando”, o asistentes holográficas a tu gusto. El tener al lado a alguien que te gusta y hace cosas por tí, sin tener que hacer lo mismo, es una situación que puede darte dinero, si sabes cómo hacerlo.