Además de ser un título atractivo para un negocio o grupo relacionado con el arte, esta palabra tiene orígenes, como tantas otras, en la antigua Grecia. Es un concepto algo complicado de explicar, y ha ido cambiando su significado en el tiempo, dependiendo de quién la enunciase y el período histórico correspondiente.
Es la diferencia entre la materia inerte y un cuerpo vivo
En la novela Frankenstein, de Mary Shelly, la primera obra de ciencia ficción en toda la historia, la “entelequia” era usada para traer a la vida partes de cuerpos muertos, vueltos a unir. El filósofo alemán Gottfried Leibniz la usaba para definir una entidad inmaterial, semejante a la mente (no al cerebro, sino a lo que hace, como el pensar o soñar), que subyace a todo el mundo físico.
Es un concepto perfecto
Hay veces en que nos imaginamos cosas que no podrían existir en el mundo en el que vivimos. Las ilustraciones del artista M. C. Escher son un ejemplo de esto. En la realidad, nada puede alcanzar la perfección, porque vivimos en un mundo donde distintas fuerzas nos influencian, desde la gravedad hasta nuestras propias características mentales. Estas “perfecciones” son entelequias.
Es algo que ha alcanzado todo su potencial
Es la idea en su forma final, llevada a la perfección. La fuerza inherente y conductora en un organismo, guiándolo hacia su su desarrollo y función, para que sus genes pasen a la siguiente generación. Eso a lo que no se le puede pedir más, porque ha cumplido todos los requisitos con creces.
Es una “voluntad inspiradora” interior
Quizás lo hayas sentido. Algo parecido al “estado de flujo”, en donde te pasase lo que te pasase, seguías adelante, a veces usando el obstáculo que se te ponía delante como punto de apoyo para seguir. La necesidad de auto determinación y una fuerza interior te impulsaba a continuar, a ser todo eso de lo que eras capaz de ser. Es tener una visión personal y ser capaz de actualizarla.
Es algo complejo que surge de cosas simples
A veces, cuando empiezas a encadenar conceptos sencillos, a ver cierto patrón, a hacer que tu tren de pensamiento tome velocidad, y de repente comprendes algo que no habías entendido antes. Esto también recibe el nombre de “entelequia”, sea algún conocimiento descubierto con anterioridad o no.
Es un fin en sí misma
La semilla tiene como fin ser un árbol, que a su vez producirá otras semillas. Es similar a una utopía, en donde todo lo que puede salir bien sale bien. Hay quienes consideran al arte como una entelequia, es decir, que tiene un fin en sí misma. El filósofo prusiano Immanuel Kant consideraba así a las personas.
“Es la mariposa dentro de la oruga”
Esta frase fue dicha por el científico y jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin. Es el héroe que el granjero en el medio de un pueblito perdido en el reino puede llegar a ser. La poderosa bruja que toda mujer lleva dentro, wicana o no. La potencialidad final que tienes para poder ser lo mejor que puedas llegar a ser.
Hay quienes ven así a Dios
Una persona religiosa te dirá que su divinidad es la verdadera, y su religión es la correcta. Y así con todas las de las otras religiones. Por esto, algunas personas concluyen que, si bien Dios (por ejemplo) es un concepto perfecto, no tiene posibilidad de existir. Por cosas como esta ha habido roces y choques entre filosofía y religión (aunque a veces han ido de la mano).
Es similar a “utopía”
Parecidos pero no iguales son estos conceptos. La utopía es un plan excelente pero irrealizable en el momento, más parecido a un deseo que a una posibilidad. Hay una metáfora sobre el horizonte, que dice que del otro lado del mencionado hay un “no lugar” al que no se llega pero te sirve para andar. Esto hace que cambies, con tendencia a acercarte al horizonte, aunque nunca llegues.
Es parecido a “quimera”
Aquí es donde se va por completo al lado de lo fantástico. Una ilusión, un sueño imposible, una fantasía, algo tan alejado de la realidad que no es posible que exista. No por nada se aplica a los seres fantásticos, siendo la quimera uno con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente.