La capital actual es Berna
Berna además de ser ciudad federal y capital de facto de Suiza, es también capital del cantón del mismo nombre. Su idioma oficial es el alemán, y se convirtió en capital federal en 1834. Atravesada por el río Aare, la ciudad vieja de Berna está inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, debido a su arquitectura medieval.
Fue fundada en 1191
Las primeras menciones a esta ciudad se dan en la Crónica de Berno y la crónica de Honrad Justinger. Fue fundada por el duque Berhtoldom por V Tseringensky (Herzog V. von Zähringen), como fortaleza de defensa contra el occidente. El duque fue el último de su estirpe, y cuando murió, en 1218, con él murió la dinastía Zähringer. Sin embargo, su legado, la ciudad de Berna, hace que se le recuerde, a él y a su familia, incluso ocho siglos después de su muerte.
Se llama así por un oso, o por el río que la atraviesa
“Berna” fue el nombre dado a la ciudad por su fundador, según la leyenda, debido a que lo primero que cazó allí fue un oso (“Bär” – “beer”). Otras versiones afirman que el nombre proviene del céltico “Bern”, que significa “grieta” o “corte”. Lo primero que se ve a vuelo de pájaro en Berna es cómo el río Aare corre por la ciudad, como si la cortase.
En población es la quinta ciudad del país
A diferencia de la mayoría de países Berna no es la ciudad más poblada, solo tiene 133.000 habitantes(datos 2022) y está por detrás de Zúrich(la más poblada), Ginebra, Basilea y Lausana.
La torre del reloj se erigió en 1191
Uno de los elementos más conocidos de la ciudad de Berna es su torre del reloj, que comenzó a construirse en el mismo año de su fundación. Fue terminada en 1256, y sufrió un gran incendio en 1406. Fue renovada en varias ocasiones, y cumplió diversas funciones (torre de vigía, prisión para mujeres, etc.). Su reloj astronómico (del siglo XVI) muestra la posición del Sol y la fase lunar actual.
Patrimonio Mundial de la UNESCO
El casco antiguo de la ciudad de Berna es patrimonio mundial de la UNESCO, debido al estado de conservación de su arquitectura medieval. Posee numerosas fuentes (vitales en el medioevo, cuando no se tenía agua corriente), fachadas de arenisca y torres históricas. No es raro que sea una de las ciudades más visitadas por turistas en el país.
Capital “de facto”
Suiza no fue ajena a conflictos federales en su historia, por lo cual nunca se decidió por la capital “oficial”. La ley suiza no designó nunca una capital formal, por lo cual algunas instituciones tienen sus sedes centrales en otras localidades. Así y todo, se considera a Berna la capital del país, incluso después de la disolución del distrito de Berna en 2010.
Cuna del chocolate Lindt
Por supuesto, una de las primeras cosas que se nos viene a la cabeza al mencionar a Suiza es su chocolate. El Lindt fue elaborado por primera vez en Berna en 1879, por el farmacéutico Rodolphe Lindt, quien había crecido con chocolates difíciles de preparar y comer (había que masticarlos). Deseaba crear un chocolate con leche que fuese un placer comerlo, y lo logró.
Einstein vivió allí por siete años
El genio científico más reconocido del siglo veinte vivió en la ciudad de Berna, de 1902 a 1909. Trabajó en la oficina de patentes, y se dedicó a la investigación en su tiempo libre. Fue en estos años cuando comenzó a formular su famosa teoría de la relatividad. Hoy en día, hay un museo en Berna dedicado al famoso físico alemán.