Qué es el steampunk

Estos tiempos son “de reciclaje”: se toman conceptos viejos, se les da un lavado de cara, y se lanzan como lo último de lo último. No se trata solo de películas de animación que ahora tienen una versión en cines con personas de carne y hueso, sino estilos. Uno de los tantos con los que te habrás topado es el “steampunk”.

Es “Europa, si el futuro hubiese sucedido antes”

En las obras de steampunk, se pueden ver máquinas adelantadas a su tiempo, que funcionan con tecnología de la época en la que están. Por ejemplo, se pueden observar submarinos, naves espaciales o aviones impulsados a vapor, en un ambiente que parece ser la Europa victoriana (Entre los siglos XIX y principios del XX).

Es una estética con trasfondo detrás

La estética victoriana está siempre presente en el steampunk. También aparecen elementos filosóficos, políticos, teológicos, científicos y éticos más cercanos a la actualidad. ¿Cómo afecta la tecnología a una sociedad? ¿Cómo se la usaría, dado el panorama de la época victoriana? ¿Cuáles serían los límites que “no deben cruzarse”, y qué pasa cuando se los cruzan?

Es una mezcla de ciencia ficción e historia especulativa

La historia especulativa se centra en el “qué habría pasado si”, tomando hechos históricos que marcaron una época y modificándolos, mostrando cómo afectarían la historia posterior a dicho cambio. La ciencia-ficción especula sobre los adelantos tecnológicos y cómo reaccionaría la sociedad ante ello. El steampunk es ciencia ficción con historia especulativa.

Es una oda a la invención, la capacidad humana y la ingenuidad

La especie humana es capaz de muchas, muchas cosas. Cada día nos enteramos de hechos que llenan de calidez tu corazón, y de historias reales que te hielan la sangre. Pero también tenemos creatividad, y en algunos sitios aún se valora la inocencia como algo que, una vez que se pierde, no se puede recuperar. Y todo esto está presente en el steampunk.

Es una estética con obras anteriores a su definición

Si bien el año en que se acuñó el término steampunk fue 1987, la primera película del género es considerada una película en blanco y negro, la primera en usar efectos especiales. Se trata de “Metrópolis”, de Fritz Lang, estrenada en el año 1927. Los escritores Julio Verne y H. G. Wells son llamados los padres fundadores del stemapunk, dados los temas de sus obras.

Es un término bastante reciente

En el lejanísimo año 1987, el autor Kevin Wayne Jeter usó el término para refefrirse a una serie de novelas, escritas por él y un par de autores más, como una referencia irónica al floreciente cyberpunk de la época. Dichas novelas estaban ambientadas en la época victoriana con tecnología especulativa.

Es un estilo de ropa muy fácil de reconocer

Lo que más se ve, y más se reconoce como steampunk, es la moda. Se aconseja comenzar con ropas de la época victoriana y luego ir a por los accesorios y modificaciones. Antiparras de alta tecnología, prótesis biónica, pistolas de rayos, algo que funcione a vapor o sea mecánico… Siempre y cuando tenga algo de engranajes y antiparras, dos elementos clave del estilo, claro.

Es adaptable y se halla en varias sub culturas

Si bien se centra en Europa (que no es, como se quiere hacer creer, todo el mundo), el stempunk se puede adaptar a muchos otros estilos. El más evidente es el gótico, aunque también se pueden ver en lolitas, personas que emulan el estilo de la edad media fantástica, y un amplio abanico de opciones.

Es una forma distinta y esperanzada del punk

Lo de “steam” (vapor) es evidente, pero lo del “punk” no. En este contexto, es “punk” porque va en contra del convencionalismo. A través de la creatividad, la inventiva y el individualismo, no se es lo que se espera ser, ni se hace lo que esperan que hagas. En las obras del género, las mujeres tienen muchos más derechos que los que se tenía en la época de la reinva Victoria, y no habían tantos conflictos entre países, xenofobia o racismo, por ejemplo.

Es algo que va y viene desde su “nacimiento”

En el 2010 se consideraba que esta corriente había muerto, pero resurgió un par de años después, y luego se la declaró fenecida de nuevo y… El estilo steampunk va y viene, como en oleadas, y nunca termina de morir. Quizás por su atractivo, su invitación a imaginar un pasado mejor (que repercutiría en un futuro más esperanzador), o por el encanto de la tecnología antigua.