Argumentos a favor y en contra de la pena de muerte

Hay temas difíciles, que polarizan opiniones: clonación humana, aborto, eutanasia, acuerdos prenupciales… uno de ellos es la pena de muerte. En estos casos, lo mejor que puedes hacer es informarte al respecto antes de opinar, ya que es un asunto delicado y con más matices de los que se ven a simple vista. Aquí tienes algunos argumentos a favor y en contra.

A favor

Hay criminales que no tienen salvación

Horrible como suene, existen personas que son peligrosas para la sociedad. Psicópatas, violadores de menores, asesinos seriales… la medicina actual es mucho más avanzada que la de hace un siglo, pero así y todo no posee todas las respuestas (aún). La prisión fue ideada para reformar criminales y reinsertarles en la sociedad, pero hay quienes están fuera de esa posibilidad.

Aplaca a familiares de las víctimas

El perder seres queridos a manos de un criminal nunca es fácil. Si se trata de un asesinato horrible, en donde hubo torturas (sexuales o de otro tipo), las familias de las víctimas puede que no descansen en paz sino hasta ver al criminal muerto. Es por esto que algunas ejecuciones tienen público (sea en pequeños grupos o al aire libre).

Disminuye la superpoblación en las cárceles

Hay varias soluciones para este problema, y la pena de muerte es una de ellas (no la mejor). Esto significa menos hallados culpables viviendo un día a día pagado por impuestos del común de las personas. Algunas cárceles están tan sobrepasadas que los estallidos de violencia son comunes, la comida es de baja calidad (lo que aumenta el comportamiento violento) y no se dispone de tratamiento médico ni rehabilitación adecuada ni suficiente.

En contra

Se centra en minorías pobres y oposición política

En juicio, tu representante legal puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Si tienes dinero y contactos, contratarás a mejores profesionales: pero si vives en la pobreza te toca el que te asignen. Por esto, las minorías “indeseables” (LGBT+, de piel oscura, inmigrantes, habitantes originarios, etc.) y los opositores políticos suelen tener más probabilidades de recibir esta pena.

No disminuye la criminalidad

Uno de los argumentos a favor es que disuade a criminales de perpetrar más crímenes, lo que es falso. Un criminal no dejará de cometer sus fechorías por miedo a terminar en el corredor de la muerte. Según muestran los números, consideran esa posibilidad tan lejana que la ven como imposible. Lo que sí se ha probado que disminuye el crimen es la legalización del aborto.

Es irreversible

Con todo lo que ha evolucionado la justicia a nivel mundial, no está exenta de errores. Ha habido casos de personas encerradas por décadas que resultaron ser inocentes, incluso de crímenes horrendos. Algunas terminaron siendo ejecutadas por dichos crímenes, y luego se demostró su inocencia. Se puede compensar el tiempo en prisión, pero no la vida perdida.

Son mucho más costosas que la prisión de por vida

Esto puede parecer un error, pero no lo es si se toman los costos relacionados con la pena de muerte. Se requieren de muchas más instancias, papeleo y estudios en el caso de utilizarse esta pena, y suelen alargarse en el tiempo, a veces por décadas. La prisión perpetua no suele acarrear estas expensas.

Puede convertir al criminal en mártir

Piensa en todas las leyendas humanas, del ámbito que se te ocurra. Ninguna de ellas murió en el olvido, sino en uno de los puntos más álgidos de su carrera. La pena de muerte puede hacer que se simpatice con el criminal, o que se lo eleve a la categoría de mártir. Más aún si se trata de una minoría, o de personas opositoras en lo político al gobierno actual (democrático o no).

Hace sufrir a las familia del ejecutado

No uso el masculino como genérico, sino porque la gran mayoría de los reos con pena de muerte son hombres. Aún contando el avance de los derechos LGBT+, esto significa que, de dejar familia atrás, su familia será esposa, pareja o amante, prole, madres, padres, hermanas y hermanos. Esta gente puede no haber cometido ningún crimen, pero sufrirán daños por la pena de muerte: despidos, ostracismo social, ataques violentos, daño psicológico, entre otros.